Realidades sobre la soya

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BOLETIN 012- NOVIEMBRE 2009
EDITORIAL
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La soya es una legumbre oriental, muy semejante a las habas verdes, se consume desde hace mucho tiempo y ahora ha sido adaptada a nuestra dieta, aporta una gran cantidad de proteínas y otros nutrientes. Leche, aceite, harina, milanesas y otros productos se obtienen de estos granos; contiene: 37% de proteína, 30% hidratos de carbono, 19% lípidos, 14% humedad y cenizas. Sin embargo al empaquetarla y exponerla a plaguicidas pierde sus beneficios, no es recomendable consumir soya en grandes cantidades pues se sospecha de que puede causar problemas en la salud, la mayoría de soya que se consume actualmente es el resultado de granos modificados genéticamente o expuestos a grandes cantidades de herbicidas y agroquímicos.

Estudios realizados por el grupo de medio ambiente Intec comprobaron que los granos de soya y las tierras donde se cultiva contienen glifosfato se transforma en un herbicida global. El endosulfán es un isecticida prohibido en muchos países el cual se utiliza para compatir plagas en la soya. Un estudio que se realizó entre el 2000 y 2001 demostró tener residuos de ambos.

Mientras tanto, la soya se comporta como un monstruo desatado, en Argentina, Brasil, Bolivia, Paraguay y EEUU se cultiva y cosacha soya modificada geneticamente, el monocultivo arrasa con nuestras zonas rurales, consumiendo y desplazando toda actividad agropecuaria alterna, remplazando la diversidad biológica, económica y social con la dependencia exclusiva en un solo producto. Se trata de un mercado que marcha rumbo al desastre.

La deshumanización de la agricultura y el despoblamiento del campo muestran las consecuencias sociales, económicas y ecológicas de la expansión de los monocultivos de soya en Latinoamérica, demuestran que la soya no es un mero cultivo, es todo un sistema, con valor geopolítico y sustenta la globalización económica de la agricultura en función de los intereses corporativos.

También existe en el mercado un producto orgánico con toda la riqueza del frijol de soya adicionada con calcio, vitaminas A, B12 y D2, y riboflavina (B2), su presentación como leche de soya facilita su consumo para aquellos que no están acostumbrados a consumir la soya como grano, gozando así con un vaso de leche de todos los beneficios que tiene la soya para la salud, entre los que se encuentran:
  • Prevención del cáncer de mama y de próstata.
  • Aliado contra las enfermedades del corazón.
  • Alternativa para los intolerantes a la lactosa.
  • Un tratamiento alterno de la osteoporosis.
  • Reducción de los síntomas de la menopausia.
  • Ayuda a controlar la diabetes.