¿Vida más limpia y agua más sucia?

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BOLETIN 005 - ABRIL 2009
EDITORIAL
CONSUMIDOR CONSCIENTE
CREA TU EMBAJADA DEL REINO ORIGINAL
GRÁFICAS DE OKI
RESUMEN DE NOTICIAS
APRENDIENDO A COCINAR
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...Además de toda el agua del planeta
solo el 2,5% es dulce y solo el 0,01% es
utilizable, cuidar el agua significa
preocuparse por los demás.

OKI


Antiguamente, las personas utilizaban mezclas de cenizas de madera y grasas naturales para formar un material jabonoso de limpieza. Hoy usamos jabones y detergentes producidos industrialmente. No nos cuestionamos su origen, ni, mucho menos, su proceso de producción porque a diario los ocupamos.

Es real que sin alguna mezcla de limpieza no podemos asearnos, lavar la ropa o hacer la limpieza del hogar. El detalle es que al utilizar estos productos los residuos van directamente desde nuestra cañería al mar.

En sentido estricto, existe una gran diferencia ente un jabón y un detergente. La palabra “jabón” viene del latín: sapo-onis y es un producto utilizado para la higiene personal. Lo podemos encontrar en variadas presentaciones: barra (o pastilla), líquido o en crema.

La mayoría de las empresas que fabrican jabones usan grasa de animales para hacerlos. Marcas como Lux, Camay, Dove, Neko, Rexona o Palmolive son un ejemplo de esto. Todos ellos están elaborados a base de glicerina animal, que proviene de la grasa de una vaca o un cerdo.

Por otro lado, la tecnología industrial ha creado detergentes sintéticos que tienen la propiedad química de disolver las grasas, suciedades e impurezas sin corroer los objetos. Los detergentes convencionales dejan residuos químicos en la ropa y los alimentos, penetran la piel, el sistema digestivo, los pulmones y las mucosas, causando una serie de problemas a la salud. Muchas alergias, irritaciones e incluso algunos tipos de cáncer, son consecuencia de estos productos. Los detergentes sintéticos contienen fosfatos, una de las causas principales de la contaminación de las aguas y del daño a la flora y fauna marina.

Por todo lo anterior, te invitamos a ser ecológico en el aseo personal y el lavado de ropa. Para eso, sigue estas recomendaciones:

-Elabora tu propio jabón artesanal. (En la próxima sección te indicamos cómo hacerlo)
-Evita los detergentes que contienen fosfatos. Prefiere los productos señalados como “biodegradables”.
-Evita el uso de suavizantes y blanqueadores que son muy agresivos e innecesarios.
-Para quitar manchas o blanquear la ropa, puedes hacer una solución casera a base de agua caliente, bicarbonato y vinagre.
-Evita usar jabón en exceso para la limpieza. Más cantidad de jabón no significa más limpio.
-Usa la lavadora con la carga completa. Gastas la misma cantidad de energía y generas el mismo residuo de detergente en un lavado con poca ropa.
-Reutiliza los envases de detergente o jabón. Mucho mejor si consigues estos productos en empaques ecológicos
-También puedes hacer tu propio detergente casero. La receta te la damos en el próximo boletín.

Lo más importante no es dejar de utilizar todo de un día para otro, sino luchar para desarrollar una conciencia de respeto a la naturaleza, cuestionándonos qué utilizamos y cuál es el impacto de ello. Quizás demoraremos hasta tener un jabón artesanal o en dejar de utilizar productos tóxicos, pero lo más importante es que comencemos a hacer pequeños cambios desde ya y lo podamos compartir con otras personas. Esto será de gran ayuda para el planeta y para nuestra conciencia.